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Presas, Leopoldo (1915 - 2009)

Nace en Buenos Aires en 1915. Su madre era uruguaya y sus abuelos gallegos. Su infancia transcurre en Barracas. A los dicisiete años concurre al taller de Adolfo Sorzio, que preparaba alumnos para ingresar a la Academia Nacional de Bellas Artes, donde ingresa directamente al 3er año de la Academia, luego de aprobar en forma libre los dos primeros años. Toma clases luego con Lino Enea Spilimbergo en el Instituto Argentino de Artes Gráficas. Pinta su primer autorretrato.

En 1939 integra el Grupo Orión, con Luis Barragan, Vicente Forte, Juan Fuentes, entre otros, con una estética ecléctica pero influída por el surrealismo y la pintura metafísica. Este grupo ha pasado a la historia como el primero de carácter surrealista del arte argentino.

 

En 1940 ante una necesidad económica ingresa a un taller de diseños textiles y se aleja de la pintura durante cinco año. En 1945 se casa con Elsa Legaspi que se convirtió además en modelo de sus obras y alentado por su amigo Santiago Cogorno retorna a la pintura. En 1946 realiza su primer exposición individual y empieza a enviar obras a sus salones.

 

n la década del 60, ya en plena consagración profesional, se produjeron los cambios más radicales de su pintura y pasó de la inspiración cubista a una impronta expresionista y gestual, con una materia cada vez más abundante.

 

Vive en Paris entre 1979 y 1987 donde pinta su serie de puertos dedicada al Riachuelo de Buenos Aires.

Pintor de óleo y témpera, Presas era un excelente dibujante; practicó la técnica de los tapices y fundó en 1972 en La Boca el Taller de la Orilla, especializado en impresiones litográficas, serigráficas y otras técnicas de grabado artístico. Admirador de Chesterton y Wells, jugador de ajedrez.

 

La protagonista constante de su pintura fue la figura humana, sobre todo la femenina, su inspiración más frecuente, que pintó con ternura y con sensualidad. Las naturalezas muertas, las flores y los retratos fueron sus otros temas recurrentes, aunque también creó obras de crítica social, como su serie de los cerdos, la inquietante serie de crucifixiones, los motivos de la Guerra de Vietnam y las pinturas eróticas.

 

Realizó múltiples exposiciones en el extranjero y participó de las bienales de Venecia y San Pablo con sus obras. Presas estaba convencido de que la habilidad de pintar podía apagarse de pronto. "Uno puede despertarse un día y ya no ser más pintor", dijo en 1975, en una entrevista. Siguió: "Uno finalmente se va a morir, y eso es un poco más serio que dejar de pintar, porque la vida es más importante que la pintura. Igual que para morir, hay que estar preparado para dejar de ser pintor cuando Dios quiera”. Y la vida se le terminó antes que la pasión por la pintura: falleció el 12 de junio de 2009, a los 94 años.

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